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La pelea por la fortuna de Brooke Astor Unidos, creía haberlo visto todo, pero no. La mujer más venerada de la ciudad, la única que no podía ser tocada por el escándalo, sorprendió al protagonizar una batalla familiar por su cuidado y su fortuna. Ella, que veía con desdén las maneras de su sofisticado ámbito y fue la primera en reconocer el fin de su supremacía, acaba de morir a los 105 años, dejando un legado de grandeza, pero también de miseria, pues las peleas por su fortuna no cesan. El mundo de Brooke colapsó en julio del año pasado, cuando Philip Marshall, uno de sus nietos, acusó a Anthony Marshall, su padre y único hijo de Brooke, de descuidar la salud de la anciana, diagnosticada hacía varios años con el mal de Alzheimer, que minó sus facultades físicas y mentales. Denunció además que ella estaba siendo estafada por Marshall y su esposa Charlene, su odiada madrastra. Anthony, quien es hijo del primer matrimonio de Brooke con John Dryden Kuser, pero lleva el apellido de su segundo marido Charles Marshall, negó los cargos. Sin embargo, la imagen de la viejecita indefensa y maltratada se apoderó de la conciencia del público. Philip insistía en que su abuela había sido despojada de las visitas del geriatra, de sus amados perros Boysie y Girlsie y hasta de las medicinas. La mujer que por décadas brilló en la lista de las mejor vestidas y fue la gran anfitriona de Nueva York como la primera dama no oficial de la ciudad, dormía ahora en un miserable sofá impregnado de orines. Era un patético fin para quien desde los años 60 se dedicó en cuerpo y alma a la filantropía por encargo expreso de su tercer marido, Vincent Astor, dueño de una de las más grandes fortunas de Estados Unidos. En 1959 él dejó 120 millones de dólares de herencia. Una mitad fue para ella y la otra para que se encargara de darle la mano a los necesitados a través de la fundación que llevaba su nombre. Si de noche era la reina de esa vida social que tanto disfoToS: © AP/07 El hijo y el nieto de la millonaria norteamericana, fallecida recientemente a los 105 años, se trenzan en una disputa por su fortuna, atizada por historias de abusos, robos y la falsificación del testamento de la anciana, calculado en unos 190 millones de dólares. La alta sociedad neoyorquina, algo así como la realeza de Estados Anthony Marshall, hijo de la millonaria, con su esposa Charlene, la arpía de la historia, en el funeral de Brooke en la iglesia episcopal de St. Thomas de Nueva York el 17 de agosto.

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ANDREA NOCETI, UNA NIÑA BUENA QUE HACE DE MALA
CARY GRANT RESULTÓ GAY
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CAMPAÑA SOBRE RUEDAS
LOS DESATINOS DEL PRÍNCIPE CONSORTE
CATALINA ACOSTA, LA REINA CANDIDATA
YO ESTUDIÉ CON... CLAUDIA DE FRANCISCO
LA NIÑA QUE TENÍA EL PELO DE ORO
ANTHONY BOURDAIN, EL GÁNSTER DE LA COCINA
PELÉ, EL GOLAZO DE SU VIDA
ÁLBUM DE FOTOS
LA PELEA POR LA FORTUNA DE BROOKE ASTOR
HORA LOCAL REVIVE EL ROCK DE LOS AÑOS 80
NACIÓ PARA POSAR
NUEVA GENERACIÓN DE RESTAURANTES
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