IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - Septiembre/Octubre 2016 - 76

Por Johan H. Enslin, ronak
Bhatt y robert Cox

Aplicando
el Principio
de Localidad

L

LOS NEGOCIOS, LA POLÍTICA IMPERANTE Y EL
ambiente regulatorio de los suministros eléctricos han
evolucionado en el sigo pasado en respuesta a ciertos atributos, ampliamente, aceptados para el sistema eléctrico -
que el crecimiento constante en el consumo eléctrico y las
economías a gran escala necesita la inversión de activos de
generación en grande, centrales y de larga vida que entreguen electricidad, como una materia prima, a los consumidores a través de un sistema de distribución y transmisión
unidireccional. Hoy, este paradigma es desafiado por una
combinación de factores tecnológicos y conductuales.
Las mejoras exponenciales en la economía de generar tecnologías tales como las células solares, microturbinas y de
combustible han hecho de los flujos de energía bidireccionales
una realidad práctica, creando un desafío de integración de
la red para estos recursos de energía distribuida (DER). Las
tecnologías de nuevas respuestas a la demanda adoptadas a
partir de otros sectores industriales, incluyendo las baterías de
litio-ion, la tecnología avanzada de la informática, los aparatos inteligentes, y las comunicaciones inalámbricas, permitien y requieren sistemas de gestión, control y despacho de la
energía mucho más decentralizados, flexibles y sofisticados.
Socioeconómicamente, los cambios en la base industrial de
los Estados Unidos en los últimos 50 años, en parte, conducidos
por el cambio a una economía más orientada al servicio, frenaron

Identificador de Objeto Digital 10.1109/MPE.2016.2573848
Fecha de publicación: 17 de agosto de 2016

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el crecimiento de demanda de energía.
Compuesto por las mejoras en eficiencia energética, la Administración de
Información Energética pronostica
que el consumo eléctrico en los Estados Unidos será casi plano en los
próximos 20 años. Mientras que el
crecimiento promedio de la demanda
de electricidad puede reducirse, los
picos de demanda y las tasas de
rampa continúan subiendo a lo más
alto, poniendo más énfasis en la
red y en el aumento del riesgo de caídas de tensión.
La base antigua de los activos de infraestructura existente nos ha servido bien durante décadas requiere una
renovación para una continua fiabilidad. Pero estos cambios, junto con el deseo del consumidor de una amplia
variedad de productos eléctricos y modelos de servicio,
no dejan en claro qué tipos de inversiones deberían hacerse,
quiénes deberían hacerlos y qué modelos comerciales
deberían apoyarlos. Las respuestas a estas preguntas son
críticas para la competitividad a largo plazo y el dinamismo de las economías en el siglo 21, tan asequible y
confiable la electricidad fue la clave conductora de un crecimiento económico en el siglo 20. La primera mitad de
este artículo revisa algunas de las preguntas al introducir
a los nuevos jugadores y modelos comerciales que influencian la red eléctrica del siglo 21, describiendo el desafío

1540-7977/16©2016IEEE

septiembre/octubre 2016
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