IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - Enero/Febrero 2018 - 56

Su consumo energético en kWh
Consumo
energético
de sus vecinos
¡Bien!

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Su consumo
energético

gráfico 5. Los comentarios de normas sociales que comparan el consumo energético de las familias con el consumo
energético de los vecinos, con una cara sonriente que expresa
la conducta socialmente deseable. (Este gráfico se creó con
base en datos de P.W. Schultz, J.M. Nolan, R.B. Cialdini, N.J.
Goldstein y V. Griskevicius, "The constructive, destructive,
and reconstructive power of social norms" [El poder constructivo, destructivo y reconstructivo de las normas sociales],
Psychological Science, vol. 18, n.° 5, págs. 429-434, 2007).

comentarios de normas sociales sobre el consumo energético
de los demás deba combinarse con información adicional
sobre el comportamiento socialmente deseable (véase el Gráfico 5). En un estudio, la mitad de los consumidores recibieron comentarios simples de normas sociales que comparaban
su propio consumo energético con el de sus vecinos. La otra
mitad recibió los mismos comentarios, pero adicionalmente
recibieron información sobre el comportamiento socialmente
deseable en forma de una cara sonriente cuando consumían
menos y una cara con ceño fruncido cuando consumían más
que sus vecinos. El grupo que recibió ambos tipos de información ahorró la mayor cantidad de energía, sugiriendo que
la cara sonriente dio lugar a que quienes consumieron menos
que el promedio se abstuvieran de aumentar su consumo energético para ser como sus vecinos. Según estos resultados, las
compañías de energía como Opower han implementado este
tipo de comentarios de normas sociales para motivar el ahorro
energético entre sus clientes, lo que ha reducido su consumo
energético promedio en casi un 2%, de acuerdo con una evaluación independiente.
De este modo, es importante que los responsables de formular políticas prueben primero los factores que influyen en el
comportamiento que tratan de cambiar. Según esa evaluación,
las estrategias deben desarrollarse de manera que puedan reducir eficazmente el consumo doméstico de energías fósiles. Sigue
existiendo una necesidad de investigar más para comparar
sistemáticamente la eficacia de las diferentes estrategias para
reducir el consumo doméstico de energías fósiles, así como para
probar su eficacia para los distintos tipos de comportamientos.

Los incentivos monetarios a veces pueden
fortalecer la motivación intrínseca
Es posible que los incentivos monetarios no siempre excluyan
la motivación intrínseca. En algunos casos, los incentivos
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monetarios pueden hacer que las personas tengan conciencia
de su motivación intrínseca para reducir el consumo doméstico de energías fósiles o aumentar la prominencia de esta
motivación. Por ejemplo, un estudio realizado en los Estados
Unidos halló que ofrecer un incentivo monetario promovía
eficazmente el cambio de consumo energético a los períodos
valle. No obstante, el cambio fue independiente del tamaño
del incentivo monetario. En su lugar, el cambio dependía de
la medida en que las personas se sentían moralmente obligadas a cambiar su consumo energético a los períodos valle. La
medida en que las personas se sentían moralmente obligadas
a cambiar su consumo energético, además, no dependía del
tamaño del incentivo monetario. En este caso, puede ser que
el incentivo monetario aumentara la relevancia de la moralidad sobre el consumo energético y estimulara así la motivación intrínseca de las personas para el comportamiento.
Posiblemente, cuando el gobierno emplea lo que se percibe
como una regulación estricta, esto comunica que el problema específico es efectivamente grave y algo que debería
ser de interés para un ciudadano responsable. Se ha sugerida
que tal comunicación implícita del gobierno puede reforzar
la motivación internalizada en forma de norma moral.
De este modo, parece ser que los incentivos monetarios
no siempre excluyen la motivación intrínseca para adoptar un
comportamiento para una energía sostenible; sin embargo,
los motivos para esto no se logran entender aún del todo. Se
necesita más investigación sobre las condiciones en que la
exclusión de la motivación intrínseca tiene más o menos probabilidades de que ocurra, y luego si los incentivos pueden
diseñarse y cómo para, al menos, evitar la exclusión de la
motivación intrínseca para los comportamientos de energía
sostenible.

Incentivos temporales para cambiar los hábitos
energéticos
Al igual que otras intervenciones, los incentivos monetarios
pueden dar lugar a un ahorro duradero de energías fósiles si
producen un cambio en el comportamiento y el nuevo comportamiento se vuelve habitual. Los hábitos son comportamientos
que las personas adoptan automáticamente en condiciones específicas, sin considerar su motivación o los costos y beneficios
del comportamiento. Por ejemplo, en un estudio, las personas
que fueron seleccionadas al azar para pagar más por su consumo
energético durante las horas punta redujeron significativamente
su consumo de energía más alto en comparación con un grupo
de control. En este caso, un incentivo monetario efectivamente
cambió el comportamiento en materia energética.
El incentivo monetario puede haber sido suficientemente
sólido para compensar el esfuerzo necesario para cambiar
el consumo energético a las horas valle, al menos por un
tiempo. Por otra parte, el incentivo monetario puede haber
enfocado a las personas en su motivación intrínseca por
reducir el consumo de energías fósiles. El estudio mostró
que el grupo que recibió el incentivo monetario también
consumió menos energía que el grupo de control durante
enero/febrero 2018

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