IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - January/February 2022 - 74

pérdida de vidas y de interrupciones del sistema eléctrico.
Las empresas de T&D,
los operadores de sistemas independientes,
los reguladores y las autoridades responsables
de formular políticas están avanzando hacia la mejora de la
resiliencia del sistema mediante distintos métodos. Podrían
surgir nuevas oportunidades gracias a las nuevas tecnologías,
en particular en lo que se refiere al funcionamiento
coordinado de las FED.
Varios proyectos en curso están estudiando el despliegue
de las FED y la implementación de microrredes locales para
mejorar la resiliencia de las ciudades y regiones propensas
a los incendios forestales. Un ejemplo es la ciudad de Mallacoota
en Victoria, que estuvo aislada de la red principal
durante dos semanas debido a los incendios forestales del
verano de 2020 que dañaron 4 km de postes y líneas. Mallacoota
está estudiando ahora el desarrollo de una microrred
basada en las FED. Esto podría garantizar la disponibilidad
de los servicios esenciales (estaciones de bomberos, centros
médicos, etc.) en caso de que la ciudad quede aislada durante
varios días. En concreto, una batería a gran escala que
está construyendo AusNet Services, junto con la generación
local de energías renovables y con el apoyo de otras fuentes
de respaldo, podría proporcionar suministro en modo desconectado
de la red durante un máximo de tres días en caso de
una futura pérdida de la conexión a la red.
Ahora bien, aunque la perspectiva de la provisión a nivel
local de confiabilidad y resiliencia puede ser viable desde el
punto de vista técnico y fascinante en términos de desarrollo
tecnológico, hace falta un marco adecuado para valorar el
rendimiento económico y el riesgo en presencia de eventos
extremos. Las primeras medidas que se están adoptando en
el contexto del marco normativo australiano consisten en
permitir que los proveedores de servicios de redes de distribución
recuperen los costos de las microrredes de manera
similar a los activos de la red. Cada vez hay más evidencias
de que los elementos culturales y socioeconómicos, incluido
el compromiso de la comunidad, son tan importantes como
las medidas de ingeniería. Se necesitan nuevos marcos
socioeconómicos para diseñar futuros sistemas eléctricos y
de energía resilientes que desplieguen por completo las tecnologías
de redes inteligentes e integren las FED.
Observaciones finales
Australia ha registrado muchos incendios forestales catastróficos
en el pasado, y el continente ha evolucionado para
coexistir con el fuego. Pero el cambio climático está aumentando
el riesgo de incendios forestales en Australia, lo que
conlleva importantes consecuencias para la capacidad de
resiliencia de la red eléctrica. La red australiana no se electrificó
por completo hasta hace 50 años, y el NEM opera
en uno de los sistemas eléctricos interconectados más largos
del mundo, por lo que sus redes de T&D están muy expuestas
a los daños que provocan los incendios. Las líneas de
T&D pueden provocar incendios forestales y también verse
afectadas por ellos, ya sea por daños físicos a la infraestruc74
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tura o cuando el calor y el humo de los incendios forestales
cercanos provocan arcos eléctricos de fase a fase y desconexiones.
En respuesta a esta amenaza, la red australiana ha
desarrollado estrategias para reducir el impacto de los incendios
forestales:
✔ Estrategias físicas preventivas: incluyen la gestión
de la vegetación y la carga de combustible a lo largo
de los corredores de servidumbre, los programas de
sustitución de activos específicos, la mejora de la calidad
y los estándares de inspección, y el aislamiento
de las líneas eléctricas en las áreas con mayores consecuencias.
✔
Estrategias tecnológicas preventivas: políticas como
los sistemas informáticos que aumentan la transparencia
en toda la red de la carga de trabajo, el modelado
del riesgo de los activos, las tecnologías de inspección
de los activos y la mejora de la protección eléctrica
a través de los REFCL y los ACR controlados a distancia.
✔
Cooperación con otros servicios: se realiza para facilitar
la rápida reconexión de las líneas desconectadas
y con otros operadores de distribución de transmisión
para obtener piezas de repuesto y otras ayudas.
✔ Cambios normativos: se trata de apoyar el soterramiento
de los cables en las áreas propensas a los incendios
forestales y los STPIS para alinear los incentivos
con el fin de reducir las interrupciones de la red.
✔ Estrategias emergentes: estrategias como las microrredes
reducen los efectos de la desconexión en comunidades
remotas en donde la conexión es propensa
a los incendios forestales. Estas tecnologías pueden
convertirse en opciones que reduzcan la dependencia
de extensas líneas eléctricas a través de entornos de
alto riesgo.
Se prevé que las tendencias observadas hacia unas condiciones
meteorológicas más peligrosas para los incendios
forestales sigan aumentando en el futuro, lo que supondrá
unas condiciones aún más peligrosas para los incendios
forestales. Por consiguiente, la red eléctrica australiana tendrá
que seguir identificando y desarrollando estrategias para
coexistir con el fuego.
Agradecimientos
Nos gustaría dar las gracias a Pierluigi Mancarella, de la
Universidad de Melbourne, por su coordinación, aportes y
comentarios.
Lecturas complementarias
J. Eggleston, C. Zuur y P. Mancarella, " From security to resilience:
Technical and regulatory options to manage extreme
events in low-carbon grids " (De la seguridad a la resiliencia:
opciones técnicas y normativas para gestionar los eventos
extremos en las redes con bajas emisiones de carbono), IEEE
Power Energy Mag., vol. 19, n.º 5, sept./oct. de 2021, doi:
10.1109/MPE.2021.3088958.
enero/febrero 2022
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