Power & Energy Magazine - Spanish - September/October 2019 - 25

El proceso de síntesis de la arquitectura de red comienza con un
modelo general que separa las características de la red en dos
conjuntos, cualidades y propiedades rotuladas de forma arbitraria.

3) estructura regulatoria (relaciones, no leyes normativas)
4) superestructura digital (sistemas de información y re-
des de comunicación)
5) control, tratado como una estructura en lugar de una
aplicación
6) redes convergentes (electricidad, gas, agua, tráfico,
etc.), que se pueden encontrar en un entorno de ciudad
inteligente
7) marco de coordinación, es decir, la estructura a menu-
do intangible que determina cómo cooperan elemen-
tos divergentes de la red para suministrar electricidad.
Estas clases de estructura tienen relaciones complejas cuyos
detalles varían según la región, el segmento industrial, el
régimen regulatorio y otros factores.
Hemos heredado una muy amplia estructura de las redes
del siglo XX y, con ella, muchas restricciones estructura-
les que inhiben la modernización de redes. En consecuen-
cia, definimos el problema central de la Arquitectura de red
como una que determina las nuevas estructuras apropiadas o
los cambios estructurales mínimos en la red que
✔ mitiga las limitaciones cruciales en nuevas capacidades
✔ limita la propagación de efectos de cambio no deseados
✔ fortalece las características deseables de la red
✔ simplifica las decisiones de diseño e implementación.
Esta definición asume inherentemente que, si bien no esta-
mos trabajando en un campo verde o en un país en desa-
rrollo, los métodos que empleamos funcionarían igual de
bien en tales situaciones. No habría necesidad de identificar
restricciones de redes tradicionales, pero seguiría existiendo
el problema de la especificación de nuevas estructuras.

Principios y métodos
La creación de una arquitectura de red implica algunos proce-
sos familiares para la mayoría de los arquitectos e ingenieros
y otros métodos con los que estos pueden no estar familiari-
zados. Utilizamos dos conjuntos de principios en la creación
de arquitecturas de red: un conjunto es general y describe las
bases para desarrollar buenas arquitecturas, mientras que el
otro es específico para el problema arquitectónico en particu-
lar que se resuelve y varía con cada arquitectura. Algunos de
los principios generales son los siguientes:
✔ Una buena arquitectura es aquella que satisface las
necesidades de las partes interesadas (especialmente
los usuarios), no viola los principios establecidos de la
arquitectura del sistema y tiene en cuenta las caracte-
rísticas relevantes de las partes interesadas.
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✔ En la medida de lo posible, las estructuras arquitectó-

nicas deben tener bases formales para minimizar las
configuraciones ad hoc con propiedades desconocidas.
✔ Las buenas arquitecturas tienen integridad conceptual
(sin complejidades o excepciones innecesarias, rastrea-
bles desde principios básicos y bases estrictas, proble-
mas similares se resuelven de manera similar, etc.).
✔ La integridad conceptual se logra mejor mediante un
equipo pequeño y cohesionado de arquitectos con
ideas afines.
✔ La arquitectura debe ser el producto de un solo arqui-
tecto o equipo pequeño con un líder determinado.
✔ Las partes interesadas deben participar en el proceso
tanto como sea posible, proporcionando comentarios
frecuentes y honestos en lo que respecta a todos los
aspectos de la arquitectura del sistema.
✔ La funcionalidad esencial impulsa la complejidad, no
la "elegancia" arquitectónica.
✔ La arquitectura debería producir restricciones clave
exigibles.
✔ El arquitecto debe conocer el sistema global al mo-
mento de optimizar los subsistemas.
✔ Cada componente debe ser responsable de una ca-
racterística o funcionalidad específica o agrega-
ción de funcionalidad cohesiva. Los componentes
deben acoplarse únicamente a través de una es-
tructura explícita, evitando el acoplamiento oculto
cuando sea posible.
✔ La arquitectura no debe depender de un producto o
herramienta comercial en particular.
✔ El arquitecto del sistema no es un generalista, sino más
bien un especialista en la gestión de complejidades.
Este último principio es un punto crucial: si bien es cierto
que generamos varios documentos, diagramas, etc. en el pro-
ceso de creación de arquitecturas de red, nuestro producto
principal es el conocimiento de las partes interesadas. En ese
sentido, la arquitectura de red reconoce a un conjunto muy
amplio de posibles partes interesadas, incluidos consumido-
res, propietarios de activos y operadores, responsables de for-
mular políticas públicas y reguladores, ejecutivos de empresas
de servicios públicos, ingenieros y operadores de red, desarro-
lladores y proveedores de productos de red, e investigadores.
Debido a que este artículo no es solo para arquitectos e inge-
nieros, utilizamos herramientas y métodos que son mucho
más accesibles que el típico kit de herramientas o productos
de banco de trabajo para arquitectos.
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