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La sustituibilidad parcial implica que sería posible
utilizar una única solución, o una combinación, para lograr
el mismo resultado a un costo total menor.
la contingencia esperada, indicar qué componente podría
estar en riesgo y cuantificar el tamaño de la posible contingencia.
A medida que cambian los perfiles de riesgo del sistema
eléctrico, y con cada vez más eventos " no distintivos "
emergentes difíciles de caracterizar (en términos probabilísticos,
sin siquiera mencionar los determinísticos), se están
revisando las normas nacionales sobre la electricidad para
asegurar que el AEMO tenga las herramientas correctas a su
disposición para gestionar estos nuevos riesgos.
Desarrollando un enfoque basado en
portafolios para la resilencia
A medida que el sistema eléctrico cambia y se vuelve más
" frágil " , los responsables de formular políticas y los operadores
de la red comienzan a considerar la gestión de eventos
de HILP. Se requiere una gama más amplia de soluciones de
resiliencia coordinadas para gestionar eventos de HILP cada
vez más evidentemente no distintivos y extremos. La necesidad
de nuevas soluciones de resiliencia aumenta debido a
que disminuyen los amortiguadores de resiliencia innatos en
muchos sistemas eléctricos, entre ellos, la reducción de la
inercia del sistema latente y la robustez del sistema, como
se discutió anteriormente. Las innovaciones tecnológicas
también ofrecen importantes oportunidades para ayudar a
abordar los problemas de resiliencia.
Los hallazgos de los análisis realizados sobre los eventos
que condujeron al apagón del sistema en Australia Meridional
en 2016 y otros eventos similares en Australia y en el
mundo sugieren que, al desarrollar un enfoque general para
obtener soluciones de resiliencia, los responsables de formular
políticas adoptan un enfoque de portafolio coordinado.
Este método híbrido con diferentes tecnologías y una combinación
de soluciones dentro y fuera de la red mejorará la
resiliencia general y, al mismo tiempo, ayudará a reducir los
costos para los consumidores.
Un enfoque de portafolio refleja la caracterización de la
resiliencia descrita anteriormente, que refiere al uso de una
variedad de soluciones de resiliencia para
✔ hacer que el sistema sea más robusto, más grande y/o
más inteligente
✔ evitar, sobrevivir y recuperarse de mejor manera de
eventos de perturbación importantes.
El componente " más robusto, más grande, más inteligente "
del marco (figura 3) busca soluciones óptimas de
compensación entre la redundancia y el fortalecimiento de
los activos y el uso de tecnologías y políticas de funcionamiento
más inteligentes/flexibles.
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Por otra parte, el componente " evitar, sobrevivir, recuperarse
y aprender " del marco analiza cómo las diferentes
soluciones pueden mejorar la resiliencia en las diferentes
etapas de un evento extremo.
Ilustramos este concepto con más detalle en la tabla 1,
que identifica una gama de soluciones que podrían mejorar
la resiliencia general. Estas ideas están siendo consideradas
por el NEM. El concepto general es que una combinación de
soluciones puede ayudar a ofrecer un resultado de resiliencia
óptimo al menor costo total para el sistema. Esto se basa
en la sustituibilidad parcial y la complementariedad de las
diversas soluciones de resiliencia descritas.
La primera implica que sería posible utilizar una única
solución, o una combinación, para lograr el mismo resultado
a un costo total menor. Por ejemplo, podría suministrarse un
nivel dado de resiliencia general en una región utilizando
una única solución, como restringir los flujos de interconexión
dentro o fuera de la región (una solución más grande/
evitar)). No obstante, esta metodología puede tener un costo
material, ya que la limitación de los flujos interregionales
puede aumentar el costo total de la energía al por mayor en
la región.
De esta manera, un operador de la red puede buscar ofrecer
el mismo nivel de resiliencia, pero a un costo total menor,
a través de un enfoque mixto basado en la sustituibilidad de
las soluciones de resiliencia. Por ejemplo, puede relajar las
restricciones de interconexión mientras adquiere más servicios
auxiliares dentro de la región (una solución más grande/
sobrevivir). Si bien se reconoce que estas dos soluciones
solo son sustitutos parciales, un enfoque así podría ofrecer
resultados similares y reducir los costos totales si la solución
mixta cuesta menos que la solución única.
La complementariedad también implica que cada solución
descrita anteriormente podría reforzar a la otra, generando
un aumento material en la resiliencia general. Por ejemplo, si
bien la adquisición de grandes volúmenes adicionales de servicios
auxiliares regionales y la restricción de los flujos de
interconexión aumentarán la resiliencia (una solución mixta
más grande/evitar y más grande/sobrevivir), complementar
esto con servicios adicionales de arranque autógeno y restauración
del sistema modelados y probados de manera efectiva
(una solución mixta más grande/para recu- peración y
más inteligente/para recuperación) tendrá como resultado un
aumento material en la resiliencia. La presencia de estos servicios
como último recurso podría significar que el sistema
pueda recuperarse en horas en lugar de días después de un
HILP (asumiendo que los servicios auxiliares adicionales/
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