IEEE Power & Energy Magazine - Spanish - Septiembre/Octubre 2017 - 38

Oportunidades para el
Evaluación de los beneficios económicos
de todo el sistema de almacenamiento de
energía en sistemas eléctricos futuros

C

CUALQUIER TRANSICIÓN RENTABLE HACIA EL SUMINISTRO DE ELECTRICIDAD DE
baja emisión de carbono requerirá una mayor flexibilidad del sistema para abordar los retos
de mayores requisitos de equilibrio y degradación en el uso de activos. El almacenamiento de energía
(AE) representa una opción flexible que puede aportar importantes beneficios económicos fundamentales a diversas áreas del sector de la potencia eléctrica, incluida la reducción de los requisitos de
inversión en la generación, transmisión e infraestructura de distribución, así como la reducción de los
costos de funcionamiento y equilibrio del sistema. La flexibilidad adicional que ofrece el AE podría
también reducir significativamente la necesidad de inversión en capacidad de generación de baja emisión de carbono, al tiempo que se logran los objetivos establecidos de intensidad de carbono. Por otra
parte, el AE puede presentar un valor de opción significativo, ya que puede proporcionar flexibilidad
para hacer frente a la incertidumbre en el futuro desarrollo del sistema.
Sin embargo, las barreras reguladoras y del mercado pueden impedir la realización del valor cuantificable del sistema en los casos en que un activo de AE no pueda acceder a la gama completa de servicios del sistema. El desarrollo de mercados que reflejen los costos totalmente y de marcos reguladores
efectivos, mediante la creación de igualdad de condiciones entre la inversión en la red tradicional y las
soluciones de generación e inversión en AE, es por tanto necesario para garantizar que los incentivos
comerciales para la inversión y el funcionamiento del AE se ajustan a sus beneficios sociales.

Visión general
La transformación del sector eléctrico en el Reino Unidodurante las próximas décadas hacia un sistema de
bajas emisiones de carbono plantea importantes desafíos. Según los planes del gobierno, las significativas
reducciones de emisiones de carbono previstas para el 2030 se basarán en el despliegue de tecnologías
de generación renovable y nuclear combinadas con segmentos electrificados de los sectores de la calefacción y el transporte. La planificación tradicional de las infraestructuras en situación normal, junto con
una alta penetración de la generación variable e inflexible de baja emisión de carbono, puede derivar en
costos prohibitivos de la integración de sistemas, reducción de la generación de baja emisión de carbono
(potencialmente superior al 25% en el 2030) y una importante degradación en la utilización de activos
de infraestructuras (desde el 55% actual a menos del 30% en el 2030). En este contexto, las opciones
tecnológicas como el AE, la respuesta del lado de la demanda (DSR, por sus siglas en inglés) y la generación
de potencia flexible podrían proporcionar la versatilidad necesaria para revertir estas tendencias.
Nuestros estudios más recientes sugieren que las tecnologías de AE pudieran desempeñar un
papel significativo para facilitar la transición rentable a un sistema de potencia de bajas emisiones
de carbono. El AE podría presentar ahorros en costos en todo el sistema eléctrico al compensar la
necesidad de generación e inversión en la red, al mismo tiempo que contribuye al ahorro de costos
de Objeto Digital 10.1109/MPE.2017.2708858
Fecha de publicación: 17 de agosto de 2017

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