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Discusión
En este artículo, aplicamos datos sobre la energía para comprender
los cambios generados por eventos extremos, centrándonos
específicamente en la pandemia de COVID-19. Al
hacerlo, surgieron algunas ideas importantes con implicaciones
directas para la planificación y previsión del sistema
eléctrico. Uno de los hallazgos clave es que las restricciones
relacionadas con la COVID-19 tuvieron impactos en el sector
de los clientes que fueron en direcciones divergentes. En
el área de la Bahía de San Francisco, durante los primeros
dos meses de restricciones por COVID-19, hay un aumento
de aproximadamente el 14 % en el consumo de electricidad
para los usuarios residenciales y una disminución del 26 %
en el consumo de electricidad para los usuarios no residenciales.
La demanda total de electricidad aumentó aproximadamente
un 9 %, pero este cambio en la demanda varió
según los sectores.
Este cambio sugiere que, dadas las diferentes combinaciones
de consumo de electricidad para usuarios residenciales
y no residenciales en diferentes ubicaciones, podría
haber cambios no uniformes en el consumo de electricidad
dependiendo de las características contextuales. Es probable
que esta situación no solo se observe en California, sino en
otras áreas de los Estados Unidos y el mundo. Tales conclusiones
enfatizan la necesidad de comprender los factores
que influyen en esta heterogeneidad, que van desde la rigurosidad
de las restricciones de SIP hasta las características
sociodemográficas y los eventos múltiples o concurrentes,
como el clima extremo.
También observamos que estos cambios en los patrones
de uso de la electricidad también se manifiestan en diferentes
momentos del día, como lo muestra el análisis de la forma
de carga, donde los días de semana durante el periodo de
SIP por COVID-19 fueron más similares en apariencia a los
fines de semana anteriores a la pandemia. Estos cambios en
la demanda tuvieron impactos sustanciales en las actividades
de planificación y previsión de las empresas de servicios
públicos. Durante las semanas al comienzo de las restricciones
de SIP de California, los errores de pronóstico por hora
de la semana fueron anormalmente altos, con la empresa de
servicios públicos tardando en ajustarse.
Dados estos cambios sin precedentes en la demanda de
electricidad relacionados con la pandemia, y la dificultad de
las empresas de servicios públicos para pronosticar y prever
adecuadamente para esos eventos extremos, discutimos formas
de abordar las tres áreas críticas descritas en la introducción.
Estos enfoques están diseñados para abarcar de manera
más amplia los eventos extremos y otras crisis que podrían
afectar potencialmente al sector eléctrico y extenderse más
allá de los conocimientos que se limitan a la pandemia:
1) Creación de nuevas métricas para ejemplificar los impactos
de los eventos históricos que pueden facilitar
las comparaciones entre tipos de eventos, ubicaciones
y poblaciones expuestas La aplicación de modelos
contrafácticos no solo desarrolla comparaciones signi54
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ficativas con eventos pasados, sino que también ayuda
a cuantificar concretamente la magnitud y la duración
de estos eventos. El enfoque aporta comprensión sobre
cuándo, dónde y durante cuánto tiempo ocurrieron los
mayores impactos de los eventos, así como cuándo el
sistema vuelve a la normalidad. Si bien el modelado
contrafáctico fue aplicado a los datos diarios de diferentes
sectores en este análisis, podría ser aplicado a
datos de mayor resolución. Además, vincular los datos
acerca de la energía con otras fuentes de información,
como las características sociodemográficas, la información
sectorial y las características de los sistemas
eléctricos, podría ser esencial para comprender los
impactos de los eventos extremos. Las empresas de
servicios públicos y otras entidades involucradas en el
sistema de energía podrían expandir el uso del modelado
contrafáctico como un componente crucial para
comprender los impactos de los eventos extremos para
prepararse mejor para ellos en el futuro.
2) Desarrollo de métodos para simular eventos históricos
y eventos que podrían suceder en el futuro Un
evento extremo, como la pandemia, puede tener impactos
notorios en el funcionamiento del sistema de
energía. Tales impactos pueden mitigarse si la red se
prepara mejor para tales eventos. Aunque la pandemia
de COVID-19 fue un evento sin precedentes que
tomó por sorpresa incluso a los analistas y previsores
de energía más experimentados, la frecuencia y la
gravedad de los impactos en el sistema causados por
otros eventos extremos, como los extremos climáticos,
pueden ser proyectados de una manera que incorpore
simulaciones de escenarios climáticos extremos en el
futuro. Dicho desarrollo de escenarios también puede
ser utilizado para proyectar otros eventos extremos no
relacionados con el clima, como una crisis financiera,
una emergencia de salud pública o una interrupción
esperada en el suministro de energía. La conciencia
de la posibilidad de impactos potenciales de eventos
extremos a través de la simulación y el desarrollo de
escenarios puede servir para mejorar la preparación
de los sistemas de energía para ser resilientes a tales
eventos extremos.
3) Implementación de herramientas de modelado de sistemas
energéticos y de apoyo a la toma de decisiones
para permitir rápidamente la respuesta a eventos
cuando ocurre un evento. Como se demostró durante
la pandemia, la actualización de los modelos de previsión
de la demanda tomó aproximadamente cinco
semanas para tener en cuenta las restricciones relacionadas
con la COVID-19 y los cambios en el comportamiento
del consumidor. Estas actualizaciones del
modelo podrían ser realizadas mucho antes. Para que
los modelos de previsión tengan un mejor rendimiento
en tales circunstancias, deberán ser flexibles y adaptables
a las nuevas fuentes de datos. No pueden limitarse
noviembre/diciembre 2022
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