Colmédica Medicina Prepagada Número 31 / Junio-Julio 2011 - (Page 4)

Editorial la salud R Remedios para ecientemente, los medios de comunicación han informado sobre presuntas irregularidades en el sistema público de salud, las cuales eventualmente comprometen a algunas EPS. Aunque Colmédica es una entidad de medicina prepagada –y por tanto, ajena a dichos informes–, resulta de nuestro interés que los usuarios conozcan los temas de debate, pues muchos de ellos también son afiliados de Aliansalud EPS. Las presuntas irregularidades aluden fundamentalmente a tres aspectos: pagos irregulares realizados por el Fosyga a algunas EPS por recobros de servicios no POS, un pacto entre EPS para negar servicios no POS, y mala calidad de la información sobre frecuencias y costos de los servicios de salud que las EPS deben suministrar al Minprotección como insumo para la fijación de la prima que se paga por cada afiliado al sistema de salud (UPC), y que reflejaría un crecimiento inconsistente de dichos servicios. Cada uno de estos procesos se encuentra en manos de las autoridades, quienes determinarán la responsabilidad individual de cada entidad. No resulta ajustado a la realidad generalizar como comunes a todas las EPS, conductas que, de comprobarse, pueden ser objeto de reproche. En ese sentido, hacemos eco del comunicado de prensa de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), según el cual, las EPS apoyan las investigaciones y prestarán toda la colaboración necesaria. Es probable que se hayan presentado algunos excesos y desviaciones lamentables, pero debe hacerse hincapié en que el origen de la problemática no debe atribuirse a las EPS, que son apenas uno de los actores del sector. Entre las causas podrían citarse la desactualización del POS, la interpretación sesgada de sus coberturas, la inexistencia de un estudio que soporte dichos contenidos e interpretaciones y su correspondencia económica, la campaña contra el modelo de la Ley 100 aun en contra de la evidencia sobre la cobertura y los beneficios del mismo frente al sistema anterior, la profusión desordenada y a veces contradictoria de la reglamentación del sistema, los intereses encontrados de muchos de sus actores, y la injerencia de la jurisprudencia de la Corte Constitucional en la estructura del sistema, que, aunque política y filosóficamente resulta irreprochable, desde el punto de vista práctico ha propiciado una distorsión no prevista. Merecen alusión especial las prestaciones no POS otorgadas a través de las EPS, pues su obtención mediante fallos de tutela y decisiones de los comités técnico-científicos generan, al decir de muchos, inequidades y desproporciones. Dado que las EPS fueron concebidas como las entidades encargadas de garantizar la prestación de un plan taxativo y supuestamente costeado técnicamente, dichas prestaciones no deberían ser otorgadas a través de estas instituciones. Siendo responsabilidad del Estado –como reiteradamente lo ha consignado la Corte Constitucional–, debería diseñarse un mecanismo para que éste respondiera directamente por su costo. Dicha circunstancia contribuiría en gran medida al ordenamiento del Sistema Público Obligatorio de Salud. Independientemente de la coyuntura, reiteramos a nuestros usuarios que nuestras compañías continuarán actuando bajo los más altos principios éticos que las han gobernado a lo largo de su existencia, y seguirán caracterizándose por su transparencia y por el cumplimiento de su promesa, calidades que permanecerán inmodificables en el tiempo como garantía de su vocación de servicio. Santiago Salazar Sierra Presidente 4•

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Colmédica Medicina Prepagada Número 31 / Junio-Julio 2011
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